Si una lesión por presión no muestra signos de mejoría después de dos semanas de tratamiento, es crucial buscar ayuda especializada. Las lesiones persistentes pueden ser un indicativo de infecciones o problemas subyacentes que requieren atención profesional para evitar complicaciones mayores.

Observa si hay síntomas de infección como enrojecimiento, hinchazón, aumento del calor, dolor creciente o secreción purulenta. Las infecciones en lesiones por presión pueden propagarse rápidamente y causar complicaciones serias, incluyendo la sepsis, si no se tratan adecuadamente.

Si notas cambios en la coloración, textura o temperatura de la piel alrededor de la lesión, es vital consultar a un especialista. Estos cambios pueden ser señales de que la lesión está empeorando o que hay una nueva complicación que necesita atención médica.

Si experimentas un dolor persistente o creciente en la zona de la lesión, a pesar de seguir las indicaciones de manejo del dolor, es importante buscar atención en una clínica de heridas. El dolor puede ser un indicador de infección o de otros problemas que requieren tratamiento especializado.

Este es probablemente el signo de mayor urgencia para este tipo de lesiones. Contrario a lo que se cree comúnmente, en las lesiones por presión, la costra no es un indicio de cicatrización, sino de acumulación de tejido no viable debajo de ella. Estas lesiones son las más urgentes de atender, ya que normalmente conllevan infección y una profundidad mucho mayor de lo aparente, al estar cubiertas por esta costra. Si tu herida o la de tu ser querido tiene esta característica, es indispensable que sea valorada por un especialista.